
La madrastra y las hermanastras de Cenicienta (en algunas versiones solamente las hermanastras) conspiran para ganar la mano del príncipe para alguna de ellas.
En la verdadera versión alemana del cuento, la primera de las hermanastras para que le quepa el pie en la zapatilla se corta un dedo del pie, pero un pájaro mágico le dice al príncipe que se fije en la sangre goteando de la zapatilla y el príncipe la manda de nuevo con su madre. La segunda hermanastra se corta su talón para que el pie encaje, pero el mismo pájaro advierte de nuevo. Finalmente, aparece Cenicienta y su pie encaja en la zapatilla. En algunas versiones, ella ha guardado otro zapato en su bolsillo. Las malvadas hermanastras son castigadas haciendo que sus ojos sean arrancados por cuervos. Es también digno de mencionar que en esta versión no hay una hada madrina, tanto el vestido de Cenicienta como sus zapatos aparecen en un árbol que crece sobre la tumba de su madre. Tampoco hay un límite en la medianoche, sino que ella deja el baile porque está cansada.
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